OPINION: ¿Por qué hay tantos inmigrantes indocumentados en USA?
Por Luis Bravo
De alguna manera quiero darle respuesta –desde mi punto de vista– a una Carta al Editor, que nos envío en la edición de Febrero nuestro colega Sal Giarratani, en la cual nos pide que informemos más ampliamente y en inglés, sobre el problema de la inmigración indocumentada que llega a este país desde Latinoamérica.
Este es mi punto de vista:
“Estados Unidos parece ciego o se quiere hacer el ciego ante las olas migratorias de los países del mundo, pero sobre todo, de aquellos países en donde tiene injerencia. Con su ambiciosa filosofía de apoderarse del mundo y ser el rey, amo y señor del planeta, utilizando su ideología capitalista extrema, el sistema neo-liberal y las estrategias geopolíticas, pretende que nadie mueva un dedo ante tan salvaje y grave atropello.
Se autodenomina “El país más compasivo”, “La cuna de la democracia”, “Un país de leyes” y muchas otras frases que lo autocalifican como el mejor de todos los países. Y aunque nada de eso sea verdad, todos así lo creemos.
Latinoamérica con su conglomerado de países desde México, Centro, Sur y el Caribe, sigue siendo la mayor fuente de inmigrantes que cruzan la frontera de forma indocumentada. Y la cruzamos, no para demostrarle a la sociedad, que burlamos la frontera de Estados Unidos “el país más poderoso del mundo”. La cruzamos por mera necesidad.
Desde que llegaron los primeros peregrinos a estas tierras que no eran de ellos, y en la cual nadie les pidió documentos legales para estar en ellas. Han sucedido una serie de crímenes de lesa humanidad, como la que sucedió con las tribus de los indios aborígenes o Nativo Americanos.
A pesar que los indios les dieron de comer y les enseñaron a sembrar y cosechar, los peregrinos comenzaron con apoderarse de todo. Les mataron sus búfalos y luego, casi los exterminaron a todos los Nativo Americanos. Desde aquel entonces, las garras afiladas del imperio empezaron a apoderarse de todo lo que encontraban a su paso, y para no verse como vulgares criminales, le cambiaron los nombres a los adjetivos con los cuales los podríamos calificar negativamente.
Así es que “En el nombre de la Democracia” se invaden nuestros países, se imponen y cambian presidentes, se sobornan gobiernos, etc. Y con los famosos “Tratados de Libre Comercio” se desplazan poblaciones, saquean nuestros recursos alimenticios, contaminan nuestros ríos, mares, y nuestro aire, y ni siquiera se hacen responables.
En el nombre de la “Salud para Todos” nos inventan enfermedades y luego nos envuelven con sus medicinas que son fabricadas por la multimillonaria industria farmacéutica en un carrusel de vida o muerte, porque el que tiene para pagar “sobrevive” y el que no “muere”.
En el nombre de “Una Educación de Calidad”, nos dan una educación que nos limita el cerebro y que no está a la par con la modernidad de nuestros días. Nos lavan el cerebro y nos remueven el “Pensamiento Crítico”, “Análisis Objetivo”, “Visión de Futuro” y el “Concepto de Familia”. Y así es que, en el nombre de tantas cosas se han cometido muchos atropellos en nuestro “Continente Latinoamericano”.
Es así que al no encontrar las herramientas y los recursos para solventar nuestras familias, huímos desesperadamente de nuestros países “solo para alimentar a nuestros hijos”.
Cuando llegamos a este país, encontramos un mundo nuevo, que nunca habíamos visto, ni soñado. Pero llegamos con una escasa educación que nos limita y solo nos permite desenvolvermos en el campo de la construcción o de servicios.
Nuestros salarios son ridículos, y encima nos explotan por no hablar inglés, pero aún así, enviamos nuestras remesas para esos hijos y esposas que esperan con ansias y con hambre ese dinerito.
La razón por la cual llegamos indocumentados nos la plantea el mismo sistema de inmigración estadounidense, pues cuando aplicamos por una visa, no nos la otorgan porque somos pobres. Pero cuando un Latino tiene dinero, negocios, y poder, a ese si le entregan una visa.
Muchos especialistas han denunciado los desplazamientos y migraciones forzosas, asesinatos y abusos por parte de los mandatos estadounidenses y europeos contra los latinoamericanos.
Los pueblos Latinoamericanos siguen sufriendo, después de 500 años, un genocidio físico, emocional, social y espiritual por parte de los europeos y la política colonialista de EEUU.
Especialistas en la materia afirman que los Latinoamericanos todavía tenemos heridas emocionales y físicas que se han transmitido a través de generaciones, que derivan de un trauma masivo de grupo, producto de la política genocida y colonialista del gobierno de los EEUU y los europeos.
Los ciclos de abuso siguen produciéndose en pleno Siglo XXI, tanto se abusa de los que todavía están en Latinoamérica como de los que ya están viviendo en Estados Unidos.
El problema migratorio que sufre Latinoamérica, no puede ser entendido por el estadounidense promedio. No puede ser entendido por aquel que se proclama “Patriota” y se deja matar para el beneficio de unos cuantos. No puede ser entendido por aquel que se proclama “Líder Comunitario” y solo trabaja de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. No puede ser en-tendido por aquel político que se proclama “Yo también soy hijo de Inmigrantes”, porque su piel es blanca y viene de Europa. No puede ser entendido por aquel que da “Trabajo y luego Explota”. No puede ser entendido por aquel que “Abusa del Vulnerable”.
Es muy complejo y tan grande el problema de la “Migración Indocumentada” que estas páginas de El Heraldo Latino Newspaper no alcanzarían para ilustrar, describir y analizar este problema migratorio.
Espero haber informado a grosso modo y de forma correcta a nuestro colega Sal Giarratani. Desde ya le prometemos que seguiremos informando sobre este problema social.
Mientras tanto, los dejo con algunas frases célebres del presidente Thomas Jefferson:
“La vieja práctica de los tiranos es usar una parte del pueblo para tener sometida a la otra parte”.
“Cuando los gobiernos temen a la gente, hay libertad. Cuando la gente teme al gobierno, hay tiranía”.
“Cuando alguien asume un cargo público debe considerarse a sí mismo como propiedad pública”.
Y para terminar me gustaría agregar:
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