SALUD EMOCIONAL: Hablemos de Violencia Doméstica
Los casos de violencia doméstica son algunos de los asuntos más desafiantes en todo el derecho penal. En el entorno actual, las fuerzas del orden y los fiscales se enfocan en tratar como ciertas todas las denuncias formuladas contra una persona por violencia doméstica.
Por MARIA VALLE HART
La violencia doméstica es un tipo de abuso que, por lo general, implica un cónyuge o pareja, pero también puede ser un niño, pariente mayor u otro miembro de la familia. Es difícil saber exactamente qué tan común es la violencia doméstica, porque a menudo no se reporta, pero sí sabemos que cualquier persona puede verse afectado por ésta.
La violencia doméstica puede sucederle a hombres o mujeres de todas las edades. Afecta a personas de todos los niveles de ingresos y educación. la violencia doméstica se refiere a las agresiones por relaciones familiares y/o convivencia y se nota en la dinámica familiar desigual.
Una de las formas de identificar si estas siendo abusado o violentado es viendo su dinámica familiar, en que le afecta y como le hace sentir. Una de las características iniciales es que su autoestima se ve afectada, su emocionalidad y en otras ocasiones su integridad y su seguridad.
En las dinámicas de pareja la violencia doméstica y de género son más frecuentes de lo que se ve, por eso es importante identificar rápidamente en la relación estas conductas para ser paradas a tiempo.
La Violencia de pareja: comprende la violencia física, psíquica y/o sexual de manera repetida por parte de una persona a otra con la que está vinculada sentimentalmente de forma romántica. La motivación de esta violencia es ejercer control sobre la víctima, lo que causa un daño en la persona abusada que difícilmente podrá superar.
Dentro de la violencia doméstica de pareja se contempla la violencia ejercida entre hombres y mujeres o viceversa y entre parejas homosexuales, sean pareja, expareja, haya o no convivencia. Los estilos de resolución de conflicto de estas parejas están basados en modelos violentos y abusivos, por un lado, y por otro la imposición de ideas y valores que se hacen de forma autoritaria, Estas actitudes ante los conflictos familiares resultan factores precursores y predictores de la violencia doméstica, por lo tanto, una cultura de la violencia en el seno familiar que afecta a todos de diferentes maneras, acarreando serios problemas en la salud mental, física y emocional, en muchas ocasiones llevándolos al consumo de alcohol y estupefacientes ó a las adicciones como también atentar contra sus propias vidas.
En las dinámicas de violencia y desamor en la familia, los más afectados son los niños, siendo en muchas ocasiones removidos o separados de los hogares, haciendo un gran daño en ellos, pues se produce un “movimiento amoroso interrumpido”, que más tarde cobra una gran fuerza, causando sufrimiento, e inseguridades, haciendo que se comporten de forma violenta para ser vistos y reconocidos.
Las consecuencias de la violencia doméstica en los menores son devastadoras en cualquier edad y momento de crecimiento en los que tiene lugar esta violencia, tanto si son objeto de ella como si son testigos de violencia doméstica.
• A nivel físico: pueden aparecer dificultades en el desarrollo y crecimiento, problemas relacionados con el sueño o no tener ganas de ingerir alimento, o comer mucho dulce, la falta de control de esfínteres, dolores de cabeza y estomacales etc. También heridas y lesiones en caso de ser objeto directo de la violencia.
• A nivel emocional: se identifica ansiedad y depresión, problemas de autoestima, estrés postraumático o ansiedad por separación de otros miembros de la familia.
• A nivel cognitivo: dificultades de aprendizaje y de concentración, bajo rendimiento escolar y mayor dificultad en el desarrollo verbal y general.
• A nivel conductual: en la niñez hiperactividad o introversión, desarrollo de conductas antisociales o agresivas, en la adolescencia predominan las conductas delictivas, de abuso de alcohol y otras sustancias adictivas, así como las conductas autodestructivas.
Se ha evidenciado que la violencia doméstica no se denuncia ni se para a tiempo debido a varios factores como:
• Esperanza en que la situación cambie;
• Miedo a represalias en ellas o en sus hijos;
• Vergüenza ante la sensación de fracaso o culpa;
• Tolerancia a los comportamientos violentos;
• Dependencia de la mujer respecto a su pareja: psicológica y económica;
• Situación psicológica de la mujer;
• Sentimientos de ambivalencia o inseguridad;
• Miedo a las instituciones legales;
• No saber a quién dirigirse o a qué servicios acudir;
• Falta de apoyo familiar, social o económico;
• Falta de reconocimiento y aceptación de estar pasando por violencia doméstica.
Parar a tiempo la violencia se hace urgente y necesaria:
• Una de las formas efectivas de parar la violencia es hablar con el médico. Estos profesionales tienen una oportunidad única de escuchar en privado al afectado y la responsabilidad de intervenir;
• Estar alerta ante la posibilidad de maltrato;
• Identificar personas en riesgo;
• Identificar situaciones de riesgo y mayor vulnerabilidad;
• Estar alerta ante demandas que pueden ser una petición de ayuda no expresa.
Una vez diagnosticado el maltrato poner en marcha estrategias de actuación con la víctima, con los hijos y con el agresor. (Terapia Reconstructiva):
• Identificación de trastornos psicopatológicos en la víctima y en el agresor;
• Coordinar con el trabajador social, los servicios especializados y el pediatra si fuera preciso, e informar sobre la red social disponible;
• Acudir a un terapeuta familiar de confianza;
• Poner en conocimiento de algún familiar;
• Asistir a talleres y capacitaciones;
• Acudir a los entes estatales de violencia doméstica.
Una de las formas de no repetición de la violencia es el empoderamiento de las victimas cuestionando y trabajando en el fortalecimiento de los valores, la autoestima, creencias limitantes, patrones aprendidos.
Por eso los invito a que denuncien, y se mantengan informados sobre la prevención y detección del maltrato doméstico.
Participen en talleres y capacitaciones sobre el tema, pidan ayuda a su Psicólogo o Terapeuta, manteniendo comunicación con la comunidad y los entes estatales como:
EBNHC – East Boston Neighborhood Health Center, llamando al: 617-568-4870 / 617-568- 4024 HarborCOV P.O. 24 horas Hot-line: 617-884-9909 (Solamente Crisis)
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Acudir a la Policía si fuera ne-cesario: 911
Este artículo es meramente informativo de la Enseñanza Reconstructiva y Reparativa que promueve Bienestar, Amor y Vida. Para mas informes, por favor llame al teléfono: 617-712-5788.
María Valle Hart,
Life Coach,
Facilitadora en Procesos de Vida,
Maestría en Psicología Holística,
Terapia Sistémica,
Constelación Familiar,
Liberación de Emociones,
PNL, Life Coach Internacional,
Humanista,
Técnica en Desarrollo Humano,
Bienestar, Amor y Vida
bienestaryamor@gmail.com
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