Ruidos de aviones produce enzima responsable de daño vascular

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JULIO 14, 2018

En un estudio reciente, científicos del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (JGU) han identificado una enzima responsable del daño vascular relacionado con los aviones.

Los investigadores también pudieron demostrar que el ruido nocturno tiene un efecto particularmente dañino y exigen que el sueño nocturno esté protegido del ruido. Con el estudio actual, los científicos alrededor del Profesor Thomas Münzel, Director de Cardiología I del Departamento de Cardiología, y el Profesor Andreas Daiber, Jefe de Cardiología Molecular del Departamento de Cardiología, persiguen consistentemente el campo de la investigación del ruido y pueden anunciar otro gran avance.

El nuevo estudio se publica en el European Heart Journal, la revista de cardiología más reconocida del mundo.

El ruido de los aviones conduce a un mayor desarrollo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo, ya que una serie de estudios con precursores ha demostrado eso de manera inequívoca.

En 2013, el grupo de investigación del profesor Thomas Münzel logró demostrar que el ruido nocturno simulado aumenta la hormona del estrés epinefrina, reduce la calidad del sueño y daña el sistema vascular, llamada disfunción endotelial.

Nuevos estudios sobre un nuevo modelo animal mostraron el año pasado que el ruido de las aeronaves provoca un aumento significativo de las hormonas del estrés, una disfunción vascular, un mayor estrés oxidativo y procesos inflamatorios en los vasos sanguíneos, así como un cambio notable en la expresión de genes en el pared de esos vasos.

“Con este nuevo estudio, podemos demostrar por primera vez que el ‘ruido nocturno’, es decir, el ruido durante la fase de sueño de los ratones, y no el ruido durante la fase de vigilia es responsable de la disfunción vascular”, afirmó Münzel y Daiber.

“También podemos demostrar que la eliminación de la enzima fagocítica NADPH oxidasa, que se encuentra principalmente en las células inflamatorias, evita por completo los efectos negativos inducidos por el ruido de los aviones en los vasos y el cerebro”.

Esta enzima también estuvo en el foco de los científicos en el último estudio. Las investigaciones actuales finalmente demuestran su papel central y proporcionan también pruebas de que los efectos negativos del ruido de los aviones están mediados por esta enzima.

Los científicos ahora también examinaron los efectos del ruido de los aviones en el cerebro. La atención se centró en una enzima que cataliza el proceso de biosíntesis del óxido nítrico neuronal (Sintasa) importante para el cerebro. Responsable del aprendizaje y la memoria, esta enzima está regulada negativamente por el ruido de los aviones y su función se ve afectada. Este nuevo hallazgo puede explicar los trastornos del desarrollo cognitivo descritos en los niños después de la exposición al ruido de los aviones.

Otro hallazgo importante, es que el factor de transcripción FoxO3 juega un papel central en el daño vascular y cerebral inducido por el ruido. La consecuencia de la baja regulación observada de este factor de transcripción por el ruido nocturno conduce a una red de expresión génica defectuosa que controla los eventos celulares en función del ritmo circadiano.

La alteración del ritmo circadiano puede conducir a trastornos del sueño y, posteriormente, a más trastornos cardiovasculares, mentales y metabólicos. Con este fin, los científicos llegaron a este reconocimiento a través de un amplio análisis genético mediante Next Generation Sequencing (NGS) y mediante la demostración de una prevención del daño vascular antes mencionado mediante el tratamiento con el activador de FoxO3 Bepridil.

Según los iniciadores del estudio, estos resultados representan un nuevo avance en la investigación del ruido. “Con nuestros hallazgos, especialmente con respecto al ruido nocturno, ahora podemos explicar los resultados clínicos, por ejemplo, según el llamado estudio HYENA, donde el ruido nocturno en particular puede desencadenar presión arterial alta. El hallazgo de que la eliminación de la enzima fagocítica NADPH oxidasa previene completamente el daño vascular que nos puede permitir desarrollar estrategias de drogas para reducir los efectos negativos del ruido de las aeronaves para nuestro cuerpo”, comentaron ambos científicos.

Los autores concluyen a traves de sus hallazgos que debe ser un objetivo importante proteger el sueño nocturno del ruido y, en particular, implementar el sueño nocturno legalmente definido desde las 10 en punto de la noche hasta las 6 en punto de la mañana.

Fuente:
http://www.unimedizin-mainz.de/presse/press-releases/press-releases/newsdatail/article/mainz-scientists-identify-enzyme-responsible-for-vascular-damage-caused-by-aircraft-noise. html? L = 1 & cHash = f5a6fa6d8fbbc 0febfbc4f2f0e047496

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